Una noche me sumergí bajo mi piel
para buscar si nada me faltaba.
Y en efecto, después de una ridícula
inspección encontré que nada mío se encontraba ausente.
Fue entonces que tomé mi voz y la
corté en mil pedazos.
Mi ser se llenó de agujeros...
Y felizmente ahora que he perdido
mis pequeño fragmentos,
podré por fin empezar a buscarlos.
Raw! Me gusta el mar, me gustan las metáfora y me gusta tu poesía. Así que quedo por este blog. Me llevo en el enlace.
ResponderEliminarAbrazos
Felicidad me da mucho gusto que te haya gustado lo escribo, yo misma me he vuelto una seguidora de vos. En hora buena muchísimas gracias por el cumplido. Un abrazo de mi parte :)
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