lunes, 18 de junio de 2012

Anécdotas del vacío.


Una noche me sumergí bajo mi piel para buscar si nada me faltaba.
Y en efecto, después de una ridícula inspección encontré que nada mío se encontraba ausente.
Fue entonces que tomé mi voz y la corté en mil pedazos.
Mi ser se llenó de agujeros...
Y felizmente ahora que he perdido mis pequeño fragmentos,
podré por fin empezar a buscarlos.




2 comentarios:

  1. Raw! Me gusta el mar, me gustan las metáfora y me gusta tu poesía. Así que quedo por este blog. Me llevo en el enlace.
    Abrazos

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    1. Felicidad me da mucho gusto que te haya gustado lo escribo, yo misma me he vuelto una seguidora de vos. En hora buena muchísimas gracias por el cumplido. Un abrazo de mi parte :)

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