No duermen.

Los olvidos no duermen, son como palabras escritas con tinta sin tiempo. La amnesia naufraga en mi pensamiento, pero mi corazón sueña.
Mi sombra recuerda...

Reaparecen las horas en el árbol dormido, las aves le cantan a la luna. Todo es flama, todo es vida. Flota, como botella al mar. Y su mensaje se teje sobre el instante, ese que no vuelve y que vive para siempre.

Lluvia.

Su voz se cose con mis sueños.
Se tejen sus palabras en mi corazón.
Y duelen esas letras invisibles,
como pájaros heridos en el pecho.

El amor duerme en el pecho.

Te quiero.
No hay más nada que decir.

Dreamless.

Hay noches. Noches donde el pecho se entumece, las palabras se quiebran y el eco de tu voz se retuerce en mi cabeza. Hay segundos que matan y horas donde los latidos enmudecen. Cierro los ojos, las luciérnagas se esfuman. Duermo sin soñar...

Noches nítidas.

Amor ¿recuerdas? La lluvia en tus zapatos, nuestras miradas inagotables, los besos mojados, las palabras tejidas en la piel. Yo no olvido las arrugas en tus ojos, las risas infinitas, la suavidad de nuestros cuerpos, los arranques de locura y el nerviosismo de verte llegar. Tus dulces abrazos, los huecos en el tiempo sin ti, las ansias devoradoras, tus pecas interminables, el deseo indomable y las bocas que se ansían consumir.

Recordaré. Recordaré por siempre las noches nítidas, los susurros cómplices, nuestras manos unidas, las promesas no dichas, nuestros corazones entrelazados y la melodía interminable que se crea en mi pecho cada vez que estas aquí. 

Destino.

"En tu pecho están las estrellas de tu destino".

Love.

"And in the end, the love you take is equal to the love you make".

-The Beatles.

Ella.

Cerrando los ojos, se evaporan los días con el perfume de su ausencia...
Recordándome que su sonrisa sostiene este intermitente amanecer.

Que sólo es en sus ojos donde las nubes encuentran eternidad.
Y  en su mirada, la noche mese a sus mejores estrellas.
Es su devenir liviano como rastro de espuma.
Ella es sin saber, vida, sueño, espectro de luz.
Y sus pasos los pétalos que adornan con sombras
la tarde de un momento pasmado, infinito, sublime.

Máscaras de noche.

Danzamos mis sombras y yo con máscaras de noche.
Un, dos, tres.

La música nos deleita  y el tiempo a fuego lento devora nuestra piel.
Nos roza la niebla, muere el oxígeno, resucita mi voz.

Y cerrando los ojos, convulsionamos entre  miedos.
Cuatro, Cinco, Seis.
Nos consumimos cómo cigarros
y nos volvemos humo, esporas. Alucinaciones de vida.

Anécdotas del vacío.

Una noche me sumergí bajo mi piel para buscar si nada me faltaba.

Y en efecto, después de una ridícula inspección encontré que nada mío se encontraba ausente.

Fue entonces que tomé mi voz y la corté en mil pedazos.

Mi ser se llenó de agujeros...

Y felizmente ahora que he perdido mis pequeño fragmentos,

podré por fin empezar a buscarlos.

Mundo de terciopelo.

Piérdete en mi sangre hasta que dejemos de existir.

Conviérteme en tu recuerdo más secreto y delirante.

Porque este es el día donde, el tiempo deja de ser tiempo
y donde todos los segundos se han convertido en pétalos.


He cosido estrellas púrpuras en la noche para ti,
y así permaneceremos eternamente unidas a este lugar,
a este momento, a esta imagen que teje horizontes en el cielo. 

   

A flame in me.

Sólo creo en el fuego. Vida Fuego. Estando yo misma en llamas enciendo a otros. Jamás muerte. Fuego y vida.